La Importancia de una Postura Adecuada al Usar un Andador

Necesitas un soporte para el día a día, pero te preocupa que no sepas utilizarlo. Además, un mal uso puede provocar otros problemas en lugar de aliviar loas que ya tienes. Pero tranquilo en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para adquirir una buena postura con tu andador y sacarle el máximo provecho.

¿Por qué es tan fácil adoptar una mala postura al usar un andador?

Caminar con ayuda de un andador puede ser un gran alivio para quienes necesitan estabilidad, equilibrio o asistencia tras una lesión, cirugía o simplemente con el paso de los años.

Sin embargo, usar un andador no es garantía de caminar correctamente, y una mala postura puede derivar en molestias, dolores crónicos o pérdida de movilidad. Vamos, que sea casi peor el remedio que la enfermedad.

Aunque parezca paradójico, muchos usuarios de andador terminan desarrollando una postura encorvada o forzada. Y no es por pereza, sino por razones físicas reales que te sonarán conocidas:

• Debilidad en las piernas o fatiga: cuando estar de pie resulta cansado, tendemos a encorvarnos como mecanismo de compensación.
• Vértigo o sensación de inestabilidad: mirar hacia el suelo en busca de seguridad al desplazarse puede llevarte a encorvarte más.
• Problemas de visión: si te cuesta enfocar bien el entorno, puede que inclines la cabeza hacia abajo para ver mejor… y ahí empieza el problema postural.

He visto esto muchas veces, y lo he vivido personalmente. Un andador soluciona el problema de la estabilidad, sí, pero si lo usas mal, puedes desarrollar tensión cervical, dolor lumbar o sobrecarga en hombros y muñecas.

Pero esto no significa en absoluto que debas desechar el uso de un andador, siempre y cuando tu médico especialista te lo haya recomendado. La clave está en corregir esos hábitos y sustituirlos por una forma más erguida y funcional de caminar. Y para eso, el siguiente epígrafe es crucial.

Cuando corrijo la postura a mi madre siempre se queja de que le duele la espalda. Te garantizo que encorvarse no es la solución para que duela menos, acostúmbrate cuando antes a adoptar la postura correcta con el andador y sin él.

Postura ideal al caminar con andador

Vamos a construir la postura ideal, desde la cabeza hasta los pies, de forma consciente. Cada parte del cuerpo cuenta. Así es como yo mismo recomiendo hacer el chequeo cada vez que alguien se coloca tras el andador:

Mira a la altura de tus ojos
No mires al suelo. En lugar de mirar los obstáculos justo delante de ti, localízalos con unos metros de antelación. Esto evita encorvar el cuello y mejora tu anticipación al caminar. Hay excepciones, claro, al entrar al ascensor, por ejemplo.

Cabeza en línea con los hombros
La cabeza debe estar entre los hombros, no delante de ellos. Imagina un hilo que tira suavemente desde tu coronilla hacia arriba. Esto es algo que siempre me recomendaron mis profesores de yoga para corregir la postura y con un andador, igual.

Barbilla ligeramente hacia adentro
Esto alinea las vértebras cervicales y reduce la tensión en el cuello.

Hombros relajados, abajo y hacia atrás
Nada de subirlos por tensión. Relájalos y déjalos caer naturalmente. Es muy común tensarlos al sujetar los asideros con fuerza. También es algo que solemos hacer en invierno cuando hace frío, así que abrígate bien cuando sea necesario para evitarlo.

Glúteos hacia adentro
Esta activación ayuda a alinear la pelvis y evita que el abdomen se proyecte hacia adelante, lo que crea desequilibrio.

Rodillas ligeramente flexionadas
Esto activa los músculos del torso y mejora la estabilidad. No camines con las piernas bloqueadas.

Pies ligeramente separados y alineados con los hombros
Asegúrate de repartir el peso de forma equilibrada con los pies separados lo mismo que tus hombros. No te apoyes solo en un lado.

Una regla nemotécnica que uso y recomiendo siempre: “cabeza, hombros, rodillas y pies”. Con esta secuencia te aseguras de hacer una revisión postural rápida antes de cada trayecto.

La base de una postura ergonómica, ajuste del andador

No me voy a extender demasiado aquí, ya que tengo un artículo específico sobre cómo ajustar el andador a tu altura correcta, pero te dejo el consejo más importante:

Estar lo más cerca posible del cuadrado que forman las 4 patas del andador. Esta zona es la más estable y te obliga a mantener una postura erguida.

Si caminas muy por detrás de los asideros, te verás forzado a doblarte hacia adelante para alcanzarlos, descolocando hombros y columna. En caso de que aún no has ajustado bien tu andador, te recomiendo que lo hagas ya. El efecto en tu postura será inmediato y conseguirás un equilibrio mejor.

Consejos para mantenerte erguido mientras caminas

A veces, incluso con la mejor intención, el cuerpo nos traiciona con el cansancio o la costumbre. Aquí van algunos trucos que aconsejo para cuando notas que empiezas a encorvarte:

Alterna actividades de pie con otras sentado. Esto da un respiro a tus piernas y previene la fatiga que suele llevar a una mala postura.

Haz descansos estratégicos. Por eso recomiendo andadores con asiento, si te fatigas con frecuencia, te permiten parar y recuperar sin perder seguridad.

Corrige antes de que duela. Si sientes que estás “tirando” de los hombros hacia adelante, es momento de detenerte y rearmar tu postura.

Camina con normalidad la mayor distancia posible. No porque uses un andador debes ir lento o rígido. Usa los músculos adecuados: mejora tu eficiencia y reduce el esfuerzo.

También arrastrar los pies tras unos minutos caminando es una señal clara de que tu cuerpo te está pidiendo una pausa. Y está bien hacerla.

Signos de mala postura al caminar con andador y cómo corregirlos

A continuación, te doy algunos síntomas frecuentes que indican que algo va mal con tu postura… y cómo lo corrijo yo (no olvides preguntar a tu médico para tu caso concreto):

Mi recomendación, haz un repaso consciente de tu cuerpo cada cierto tiempo, especialmente en caminatas largas o en entornos nuevos.

Andadores con asiento, aliados para el descanso postural

No todos los andadores son iguales. Personalmente, creo que los modelos con asiento marcan la diferencia, sobre todo para quienes caminan distancias largas o se fatigan fácilmente. Y entre ellos, los rollators destacan.
Estos son los beneficios que te aportan:

Permiten pausas sin buscar una silla externa.

Dan seguridad para sentarse en caso de vértigo o debilidad.

Facilitan actividades como hacer cola, esperar transporte o simplemente descansar.

En algunos modelos, incluso permiten estiramientos breves desde el asiento.

Cuando notas que te cuesta mantener una buena postura, lo mejor que puedes hacer es descansar antes de que aparezca el dolor. El asiento no solo es comodidad: es salud postural.

Al volver a ponerse en marcha, recuerda, revisa tu postura antes del primer paso comenzando por la cabeza y acabando por los pies. De esta manera te garantizas adoptar una buena postura con el andador antes del primer paso.

Conclusión, camina con seguridad y salud, no solo con soporte

Usar un andador es mucho más que apoyarte para no caer. Es una herramienta que, bien utilizada, puede mejorar tu movilidad, reducir dolores y aumentar tu autonomía. Pero si lo usas con una postura inadecuada, puedes terminar haciendo más daño que bien.

Lo fundamental es tener en cuenta tu cuerpo. Escúchalo y ajusta lo que sea necesario con la ayuda de un especialista. Recuerda la secuencia: cabeza, hombros, rodillas y pies. Y si algún día te olvidas… vuelve a este artículo.

Porque caminar erguido no es solo cuestión de estética: es cuestión de salud, equilibrio y calidad de vida. Más información sobre la postura con y sin andador.

Impacto del andador en la salud

Pedro Ruiz

Con formación académica, experiencia personal y muchas horas de análisis de los diferentes modelos, Pedro se ha convertido en un redactor experto sobre temas relacionados con la movilidad.

Resumen

Nombre del artículo

La Importancia de una Postura Adecuada al Usar un Andador

Descripción

✅ La importancia de la postura con el andador ✅ porque lo que buscas es una mejora en la estabilidad y no originarte molestias